Durante treinta y tres años (1.171 a 1.204), hasta la toma de Rubielos por, Mora se convierte en la plaza cristiana más avanzada en la tarea de la reconquista hacia el Reino de Valencia. Fue objeto de sucesivas donaciones y ventas; así, en 1.198, Pedro II dona la villa y el castillo a Pedro Ladrón. Su sucesor e hijo, Jaime I “El Conquistador”, la incluye en la Baronía de Jérica, donándola en 1.255 a su hijo bastardo Don Jaime. Sufrió también la ocupación de las tropas castellanas durante la guerra llamada ” de los dos Pedros” (1.356 a 1.365) entre Pedro I “El Cruel”, rey de Castilla y Pedro IV “El Ceremonioso” o “El del Punyalet”, rey de Aragón, si bien, en 1.364 vuelve a manos aragonesas, comprometiéndose Pedro IV a no separar la villa de la Corona. Tal privilegio no fue tenido en cuenta por los señores de Jérica y, de nuevo, la villa y el castillo se vendieron al vizconde de Cardona, Don Hugo, quien, a su vez, lo vendió a Don Blasco Fernández de Heredia (II), el diecisiete de Octubre de 1.367, para su posterior donación, en 1.370,